¿Está preparado el sistema de salud colombiano para enfrentar el COVID-19?
La estrategia de frenar la propagación del COVID-19 se ha llevado a cabo en gran parte del mundo con el distanciamiento social, para evitar que un mayor número de casos se presente en un determinado y limitado tiempo; el trance del virus debe buscar que el contagio se realice de manera progresiva. La realidad es que ningún sistema de salud en el mundo está preparado para enfrentar de manera oportuna una proporción de contagios desmesurados, menos aún si los pacientes que contraen el virus, según la gravedad del caso, de hospitalización en unidades de cuidados intensivos, lo que significa mayor número de camas y equipos a disposición para tratar al paciente de manera efectiva.
El COVID-19 nos recuerda que las epidemias ponen en evidencia las debilidades de los Estados en todos los planos, pues además de alguna prueba de los sistemas de salud, tienen efectos sociales devastadores en el ámbito económico y social. Lo cierto es que la desigualdad y la falta de cooperación que caracterizan a nuestra sociedad dificultarán el tratamiento de esta pandemia. Por esto, todos debemos comprometernos con la contención y mitigación para que el sistema no se sobrecargue. Una vez salgamos de esta crisis, ya sabremos en qué aspectos del sistema de salud debemos enfocar todos nuestros esfuerzos de mejora.
El personal medico es el que se esta viendo perjudicado mas que todo, ya que son los que están expuestos cada día para salvar vidas. Queda recalcar que los hospitales están colapsados de tantas personas enfermas y por ello no hay camas y mueren miles de personas.
A nivel familiar, hemos sabido tomar bien esta situación tan lamentosa, ya que gracias a Dios todos estamos con salud y vida, tomando todas las medidas necesarias para prevenir el contagio, no salimos de casa a menos que sea necesario. Tenemos todo lo necesario en casa y no nos preocupamos por ello.
Pienso que entre todos esto cesara muy pronto, solo es cuestión de fe y optar por todas las medidas necesarias para protegernos y proteger a las demás personas, ya que lo que prima aquí es la vida y por ello hay que velar por ella.
¡APORTEMOS NUESTRO GRANITO DE ARENA!
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